En los tiempos que corren, donde los videojuegos y la tecnología ocupan gran parte del tiempo que utilizan los niños y adolescentes, jugar con elementos naturales es algo poco común. Ya desde tiempos muy antiguos la madera ha sido un elemento destinado también a las actividades de ocio, bien como complemento deportivo, como material para partidas de ajedrez o como pieza clave de los juegos de construcción.
Hoy en día los juegos de madera siguen existiendo, no solo para los más pequeños, sino para adolescentes y adultos. Las torres por bloques de madera (jengas), por ejemplo, o las cajas rompecabeza, pueden satisfacer tanto a pequeños como a los más grandes. Además, juegos tradicionales como el dominó, el mahjong go o el ajedrez, siguen teniendo versiones en madera que sirven también como elemento decorativo.
Sin embargo, la madera destaca más como material de los juegos de los más pequeños, estando muchos juguetes constituidos de madera, lo cual supone una serie de beneficios para las capacidades de los niños.
Los beneficios de los juegos de madera para los niños
Dejando al margen la evidente desconexión del mundo digitalizado al que nos dirigimos, que los más pequeños jueguen con juguetes de madera supone una serie de ventajas:
- Una mayor conciencia ecológica: Al ser la madera un elemento natural, los niños cogen conciencia desde pequeños de la importancia de cuidar el medioambiente.
- Estimulación de la creatividad: Los juguetes de madera suelen tener composiciones bastante simples, lo que deja lugar a la imaginación de los pequeños, que intentarán buscar diferentes alternativas de diversión con el mismo juguete.
- Calidad del material: Los juguetes de madera tienen una resistencia y una duración mayor que la que puedan tener otros elementos hechos de plástico.
- Se consiguen estimular conceptos matemáticos: Los bloques de madera hacen que los niños puedan contar continuamente y dar rienda suelta a sus capacidades matemáticas.